FICHA BIBLIOGRÁFICA BARTOLOME DE LAS CASAS (BIOGRAFÍA)
BARTOLOME DE LAS CASAS
Nació el 24 de agosto de
1484 en Sevilla, aunque su primer biógrafo afirmó dice que nació en el año
1474. Religioso español, defensor de los derechos de los
indígenas en los inicios de la colonización de América (Sevilla, 1474 - Madrid,
1566). Tuvo una formación más bien autodidacta, orientada hacia la Teología, la
Filosofía y el Derecho. Pasó a las Indias diez años después de su
descubrimiento, en 1502; en La Española (Santo Domingo) se ordenó sacerdote en
1512 (fue el primero que lo hizo en el Nuevo Mundo) y un año después marchó
como capellán en la expedición que conquistó Cuba.
INFANCIA Y JUVENTUD
De
acuerdo con Antonio de Remesal, su primer biógrafo, Bartolomé de las Casas
nació en Sevilla. Sin embargo, las investigaciones de Helen Rand Parish
y Harold E. Weidman en 1976 determinaron que la fecha más probable de su
nacimiento fue el 11 de noviembre de 1484 en Triana, Sevilla. Juan Antonio
Llorente, en su compendio de obras de fray Bartolomé de 1822, dice que fue en
1474 y que probablemente fue el 24 de agosto por ser el día de la celebración
del martirio del Apóstol San Bartolomé, y ser un uso muy general en España
poner a los niños el nombre del santo que la iglesia diocesana celebra el día
del nacimiento cuando no se dé el nombre del padre, que no se da en este caso
porque el padre se llamaba Antonio.
Pudo
haber nacido en alguna de estas tres parroquias: la de San Lorenzo, la de San
Vicente o la de la Magdalena, en Sevilla. Fue bautizado en la Catedral. Debió
vivir su infancia oyendo hablar mucho de las batallas de la Reconquista en las
que habían participado sus familiares y, cuando los Reyes Católicos se
instalaron en Sevilla, su tío Don Alfonso de Las Casas era uno de los ocho
caballeros que portaban las varas del palio bajo el que entraron.
Cursó
sus estudios primarios, probablemente, en el Colegio de San Miguel y sus
primeros contactos con la vida de los religiosos debieron ser cuando visitaba a
su tía Doña Juana, que era monja en el Monasterio de Santa María de las Dueñas.
Posiblemente en 1490 fue a estudiar "ambos derechos" (canónico y
estatal) a la Universidad de Salamanca. Un familiar suyo era sacerdote en el
Convento de San Esteban, donde en aquel entonces residía Cristóbal Colón, por
lo que pudo encontrárselo allí por primera vez. Colón también era una persona
que había pasado largas temporadas en Sevilla, ciudad natal de Bartolomé. En
1492 su tío paterno, Juan de la Peña, participó en el primer viaje de Colón,
que partió del Puerto de Palos el 3 de agosto de ese año. La expedición regresó
en 1493 habiendo descubierto la nueva ruta a las Indias, lo que generó gran
expectación. En su ruta a Badalona para presentar su logro a los Reyes, Colón
pasó en marzo de 1493 Sevilla con sus pájaros y siete indios y se situó en el
entorno de la Iglesia de San Nicolás para exhibirlos. Esto fue presenciado por
Bartolomé de las Casas.
El padre de Bartolomé, el comerciante Pedro de las Casas,decidió, junto con su hermano Francisco Peñaloza, embarcar con Colón rumbo a las Indias para su segundo viaje, que partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493. Más adelante acompañaron al padre sus hermanos Diego y Gabriel Peñaloza. Cuando la expedición regresó trajo 600 indios y el padre le regaló uno a su hijo Bartolomé para que le sirviera. Sin embargo, Bartolomé utilizó al indio como objeto de estudio humanístico, y le preguntó por su religión para investigar si se parecía al cristianismo. Como estudió latín en Salamanca y Sevilla, aprovechó sus conocimientos en filología y latín para estudiar posibles semejanzas con su lengua.
El padre de Bartolomé, el comerciante Pedro de las Casas,decidió, junto con su hermano Francisco Peñaloza, embarcar con Colón rumbo a las Indias para su segundo viaje, que partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493. Más adelante acompañaron al padre sus hermanos Diego y Gabriel Peñaloza. Cuando la expedición regresó trajo 600 indios y el padre le regaló uno a su hijo Bartolomé para que le sirviera. Sin embargo, Bartolomé utilizó al indio como objeto de estudio humanístico, y le preguntó por su religión para investigar si se parecía al cristianismo. Como estudió latín en Salamanca y Sevilla, aprovechó sus conocimientos en filología y latín para estudiar posibles semejanzas con su lengua.
Al
saber la reina Isabel I de Castilla que Colón estaba haciendo esclavos a los
indios ordenó que no se tratara así a sus súbditos, sino como otros súbditos de
la corona, y ordenó que se castigara con la pena de muerte a todo aquel que
tuviera indios como esclavos. Esto privó a Bartolomé de Las Casas del servicio
de su indio. Colón argumentó que los indios esclavos solamente eran los que se
habían hecho prisioneros en "guerra justa" y que las costumbres de
estos eran paganas y a veces caníbales y que bien estaba traerlos a Castilla para
así quitarlos de esas costumbres. La reina respondió que se afanara por
convertirlos al cristianismo en sus tierras. Isabel falleció en 1504 y en su
testamento pidió que se tratara bien y justamente a los indios, sin hacerles
ofensas.
Alrededor
del 1500 Bartolomé terminó sus estudios en Salamanca y consiguió una plaza como
doctrinero en una expedición a las Indias que partió del puerto de Sanlúcar de
Barrameda el 13 de febrero de 1502. Para algunos historiadores esto lo hizo
para hacer méritos para ser fraile y para otros lo hizo para atender los
negocios de terrateniente que su padre había dejado en el Caribe. Esa
expedición estaba comandada por Antonio Torres y llevaba consigo a Nicolás de
Ovando, que iba a relevar en su puesto de Gobernador de La Española a Francisco
de Bobadilla. Bobadilla había sido enviado antes como juez pesquisidor para
investigar a Colón, había arrestado a Cristóbal Colón y se había proclamado
gobernador, llevando a cabo una serie de políticas de privatización de las
tierras descubiertas y repartimiento de encomiendas. La llegada de Bartolomé de
Las Casas a la isla se produjo el 15 de abril de 1502.
Dentro
de las actividades económicas que realizaban los encomenderos las de caza y
trabajo en el campo para sus amos eran más llevaderas, sin embargo, la
actividad que más justificaba la presencia española en la isla era la búsqueda
de oro y esta era la actividad más dura.
Cuando
la expedición llegó a la isla algunos barcos se dispusieron a regresar a
España, llevando consigo a Francisco de Bobadilla y, al mismo tiempo, Colón
llegaba a La Española en su cuarto viaje aunque el nuevo gobernador, Nicolás de
Ovando, no le permitió desembarcar. Justo en ese momento se desató un huracán,
que arrasó Santo Domingo y hundió los barcos que llevaban a Francisco de
Bobadilla a España, logrando salvarse Colón por recalar en una cala que
consideró propicia para resistir el temporal. El huracán provocó muchos muertos
y, posteriormente, esta situación de insalubridad generó una epidemia. Hay
diferentes versiones del papel de Bartolomé en este momento. Unos dicen que
estaba en Santo Domingo y ayudó a sanar a los enfermos durante la epidemia y
otros dicen que se encontraba tierra adentro, gestionando sus tierras. Esta
plaga causó muchísimos muertos.
Cursó estudios en Sevilla y
Valladolid. A los 19 años, con su padre, acompañó a Cristóbal Colón en su
segundo viaje a América. Ingresó en la Orden de Santo Domingo. De vuelta a La
Española, en 1502, para trabajar en la conversión de los indígenas, fue
ordenado sacerdote.
REGRESO A SEVILLA Y VIAJE A ROMA:
En
1506, Bartolomé de las Casas regresó a Sevilla, en donde recibió las órdenes
menores al sacerdocio.8 En 1507 viajó a Roma y fue ordenado como presbítero sin
embargo, esperó hasta 1510 para cantar su primera misa en Concepción de la
Vega.
VIAJE A CUBA:
En
1511, Diego Colón decidió que era momento de explorar el interior de la cercana
isla de Cuba. El capitán Diego Velázquez Cuéllar preparó una expedición de 300
hombres en cuatro naves, que partieron del Puerto de Salvatierra de Sabana
rumbo a Maisí, provincia al este de Cuba, y desembarcaron en el llamado Puerto
de la Palma.
Sin
embargo, el cacique Hatuey había huido de La Española en la guerra contra
Cotubano y había organizado la resistencia en Cuba. Los indios iniciaron una
guerra descarnada contra los españoles en Cuba que duró tres meses, y que
finalizó con el exterminio de los indios rebeldes.Era preciso cristianizar al
resto, por lo que, a solicitud de Diego Velázquez, en la primavera de 1512,
Bartolomé de las Casas se trasladó a la isla de Cuba como capellán en compañía
de Pánfilo de Narváez. Los españoles avanzaban por la isla a través de la
espesa selva, conquistando pueblos, cristianizándolos y extendiendo el dominio
de España. La labor de Las Casas fue muy importante para abrirse paso entre las
tribus hostiles, ya que siempre enviaba a un indio amigo a parlamentar con los
indios, y por esto era conocido como el behique bueno.
En
el libro de la biografía de Bartolomé de Las Casas, del historiador Héctor
Anabitarte, se narra que Bartolomé de Las Casas hablaba con los indios y les
explica la doctrina cristiana. Los indios se mostraban participativos y
relataban que en su religión había habido un diluvio universal. Un anciano
nativo indicó que un hombre salvó a la humanidad metiendo en un arca a personas
y animales. Una vez ese hombre se quedó dormido bebiendo un vino que los
cubanos hacían con las parras y un hijo malo se rió del viejo pero el otro
hijo, que era bueno, le cubrió con unas mantas. El anciano indio explicó que
ellos descendían del hijo malo, y por eso iban desnudos, y que los españoles
descendían del hijo bueno y que por eso iban vestidos e iban a caballo. Luego
los indios explicaron que todo lo que existía lo habían creado personas que
venían de todo el mundo, y Bartolomé les explicó que esas personas eran
realmente la Santísima Trinidad. La fama de Las Casas se extiendió por la isla
y comenzó a desaparecer el temor hacia los españoles, que había venido de los
indios que se habían sublevado en La Española. Bartolomé, siempre comprensivo,
comenzó a bautizar a los niños y prometió el amor eterno de Dios a todos
aquellos indios que decidían bautizarse.
El
teniente Narváez, con 25 soldados, se adentró en la provincia de Bayamo, donde
fueron atacados por una gran cantidad indios, que lograron repeler la agresión.
Todos esos indios se refugiaron en Camagüey, hasta que pactaron con los
españoles y solicitaron al behique su perdón y protección. Se les perdonó y, en
agradecimiento, los indios les regalaron a Las Casas y a Narváez unos sartales
de rústicas cuentas muy valorados por ellos
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